La Mujer y La Bicicleta

La bicicleta es el mejor vehículo para la locura. Y las mujeres están locas. La imagen que tengo de armonía es la de una mujer pedaleando una bicicleta. He ahí el equilibrio, algo muy superior a lo que se necesita para rodar en dos ruedas, un equilibrio en todos los sentidos, desde el personal hasta el universal.
Los egipcios y los chinos deben haberse inspirado en la mujer para inventar las primeras bicicletas. Si todavía quedara alguna duda que le pregunten al gran Leonardo da Vinci, que tanto admiró y enalteció a la mujer mientras perfeccionaba el extraordinario invento. Como no fuera iluminación divina, sólo una mujer pudo inspirar una cosa tan sencilla y elevada, tan loca y perfecta. En una palabra: Genial.

La bicicleta nos pone en sintonía con el universo
Una sociedad bicicletera es una sociedad alivianada. La bicicleta contribuye a la armonía en todos los niveles. Al usar una bicicleta se restablece el equilibrio corporal y mental de la persona. En un siguiente nivel, esta persona contribuye al equilibrio social y ambiental, interactúa con otras personas y reduce la tensión y la contaminación causados por el tráfico. Por si esto fuera poco, pedalear también aliviana la economía familiar, todo lo cual me lleva a pensar que montar una bicicleta es cuidar y fomentar el equilibrio universal.
Quien pedalea una bicicleta pasa a formar parte del Todo y se integra al movimiento natural del universo. El tiempo y la distancia se difuminan, se perciben de manera distinta. En bicicleta una persona flota, sus pies no tocan el suelo y, sin embargo, se desplaza con un movimiento que se acopla a la naturaleza: la velocidad universal.

A la mujer y a la bicicleta se le cuida y se le respeta
Pocas cosas en la vida como ponerle las manos encima a una mujer o a una bicicleta: acariciarla y conocerla, tocar todas sus partes, ajustarla con la misma pasión con la que se afina un piano o una guitarra antes de tocar un concierto. Por muchas razones se dice que las mujeres y las bicicletas tienen semejanzas, en ese plano, ver fotografías de bicicletas es como ver imágenes eróticas. Las mujeres en bicicleta son demasiada tentación.