Hacer el libro “Las Bicicletas y sus Dueños” fue un placer; publicarlo, una pesadilla. Por supuesto, como toda presentación editorial, teníamos todo listo menos el libro.
Pero eso fue lo más leve, cuando anoto “una pesadilla” me refiero a los dos años que pasé buscando editoriales y patrocinadores para publicarlo, así como a la mala experiencia con un intento de editorial ultra patito que se llama Felou y la pendejada que cometieron en Milenio Diario el domingo 27 previo a la presentación: el texto “La Schwinn de Sonny Barger” y el aviso de la presentación aparecieron con el nombre de otro autor. Gran favor el que me hicieron los compas, patada en los huevos y partida de hocico. El rush final de 72 horas sin comer y sin dormir sólo fue el colofón.
Edgar puso en mis manos “Las Bicicletas y sus Dueños” una noche lluviosa antes de la presentación, yo miraba al libro como un padre a su hijo recién nacido bajo una tormenta. Hasta ese momento, pasadas las horas dramáticas, me senté a cenar mi alimento favorito en Pizza Pol y a revisar el libro página por página. Al rato llegó el Franz, teníamos un compromiso de trabajo más tarde y para hacer tiempo brindamos con Cocacolas de lata y nos comimos dos pizzas medianas, una de jamón y otra combinada especial. Es muy posible que las Pol sean las mejores pizzas de esta ciudad (ni de broma revelaría su ubicación), por eso las elegí para darle al libro la bienvenida al mundo. Después de la cena nos fuimos a una junta de trabajo en el hotel Nikko que se alargó más allá de la una de la mañana y al regresar al micrositio pasé a la casa de Maru para entregarle el libro. Ella estaba despierta, esperando a su hijo, literalmente se lo entregué en los brazos, el libro nació pesando 480 gramos.
Franz y Julieta sirviendo Cosaco.
El miércoles 30 de abril seguía sin dormir. Pasé el día del niño en la agencia, el trabajo salió gracias a la velocidad de Lilián, la flamante copy writer que atestiguó mis horas de ansiedad, porque me encontraba afinando todo para la presentación: que estuviera listo el lugar a las 5:30, confirmados los presentadores, la renta y llegada del sonido, la entrega del barril de cerveza, la llegada de los libros y las postales, tener listos los boletines y los paquetes de prensa, todas esas cosas, además de ir corriendo por los hielos, los refrescos y los vasos, mover mesas, acomodar sillas, servir el vino…Tendisai y Karina en la mesa de libros.
Esto de la “autogestión” se lee muy bonito en el papel, es una idea muy romántica cuando se habla de ella, pero la realidad es una puta chinga tan desgastante como un Tour de France. El autor jamás se imagina que terminará siendo editor, representante, promotor, organizador, distribuidor, administrador, cobrador, cargador, etc. Digo de broma que este libro es mi casa porque invertí en él los ahorros que tenía para dar el enganche de un departamento. Y la verdad es que la presentación no hubiera sido posible sin la ayuda de los amigos, para quienes sólo tengo palabras de agradecimiento por el apoyo espontáneo y desinteresado.Güili en los controles musicales.
Pasé por el Franz a las cuatro de la tarde y nos fuimos a la Casa del Poeta para organizar la cosa, a esa hora me encontraba preocupado por la lluvia que amenazaba con caer en cualquier momento y arruinar la presentación. Al llegar encontramos los paquetes de libros y postales promocionales que Edgar había dejado unos minutos antes, luego fuimos por los vasos y los refrescos al Superama. Al salir entré a un Oxxo para comprar unas pilas y un Redbull, ahí conocí de manera extraña a un cuate alto y delgado que vestía playera blanca ilustrada, jeans y tenis. Era Alejandro, el Güesos, nunca nos habíamos visto, pero teníamos una entrevista para la revista Gorila.Claudio, impecable ejecución.
Esperábamos a que nos dejaran pasar para instalarnos en el salón multiusos, así que aprovechamos para subir al café-bar Las Hormigas y hacer la entrevista. Franz y Alejandro tomaron cerveza, yo pedí un espresso doble y una Coca fría, así empezamos la plática acerca de las bicicletas y la contracultura. Al rato llegó el sonido con la mezcladora, tuvimos que dejar la entrevista incompleta y bajamos al salón. A partir de ese momento las cosas empezaron a suceder como un viento a favor, la buena suerte me sonrió aquella tarde. Llegaron Karina, Julieta, Tendisai y entre todos empezamos a organizar los paquetes de prensa y a acomodar las sillas. Al poco rato apareció Gustavo, el artesano de la cerveza Cosaco, y fuimos por hielos para enfriar el barril, el vino y los refrescos. Uno a uno, los involucrados fueron llegando en una caravana muy singular: los del coletivo e-3, Adriano y el Güili, quien tomó los controles y empezó a poner su música marca Damage; Claudio Domínguez, el freestyler que iba a ejecutar una demostración en su cleta; Mauricio Bares, uno de los presentadores; y Juan Alberto Vázquez, también presentador y responsable del error del Milenio (¡vaya ironía!).Rogelio, Maru, Mauricio y Juan Alberto.
Y llegaron los asistentes, entre ellos mis padres y mi hermana, la pintora Gimena Garza, amigos y estupendos ciclistas como el Juanito, el Sos y Bernard, medios especializados como las revistas Deporte6AM y La Bicicleta, los Bicitekas, Bernardo Baranda del Instituto para el Transporte y el Desarrollo de Políticas, Marco Rodríguez de Mejor en Bici, el buen Bef y el fotógrafo Agustín Garza, que habrán sumado unos 150 presentes, de acuerdo a los 120 libros que vendimos y a la veintena que dimos de cortesía a los medios. A las ocho en punto pedimos a las personas que despejaran el área del centro y el Güili abrió pista para que Claudio ejecutara una impecable demostración de bici flat land, un artista del freestyle que nos dejó boquiabiertos con las posibilidades acrobáticas de la bicicleta. Su intervención duró alrededor de quince minutos y acto seguido Maru y yo nos dispusimos a presentar nuestro libro en compañía de sus padrinos, Mauricio y Juan Alberto.
Los orgullosos progenitores.
Maru y yo estábamos juntos en la mesa, hablé primero para dar los avisos de rigor. Dicen que me veía tenso y la verdad es que se me subió la cafeína. Presenté a Maru Sandoval, ilustradora y diseñadora del libro que hoy trabaja como free lance para Ogilvy. A Mauricio Bares, escritor y editor de Nitro Press que acaba de publicar su libro de ensayos “Posthumano, la vida después del hombre” (Almadía). Y a Juan Alberto Vázquez, editor de El Ángel Exterminador, El Pasón, Mil Cosas y QRr, el que se animó a publicar por primera vez en Milenio los textos de las bicicletas. A continuación le dediqué la presentación al doctor Albert Hofmann, quien murió de un paro cardiaco el martes 29 de abril (un día antes) a los 102 años. Hofmann es uno de mis héroes y hay un capítulo en el libro dedicado a él y a su bicicleta. Entonces tuve la ocurrencia de decir que a la cerveza le habíamos agregado LSD y esto rompió el hielo. Así comenté el mensaje del boletín de prensa, que aquí reproduzco:
“Las Bicicletas y sus Dueños es un experimento, su objetivo es difundir la cultura de la bicicleta en México. Éste es el primer libro de Rueda Libre, un grupo de personas interesadas en difundir ciertos temas, entre ellos el de la bicicleta, la ciencia y el arte para los niños.
Es un experimento desde la manera en que fue concebido hasta su publicación. A la fecha no hemos logrado encontrar un libro hecho en México sobre la historia de la bicicleta, como tampoco un volumen que documente el desarrollo de este vehículo en el país. Ante este panorama se nos ocurrió hacer uno como si fuera una bicicleta para convertir la lectura en un paseo suave, interesante y divertido: un equilibro.
Otro rasgo es la forma de montar el tema, el desarrollo de la bicicleta a través de los diversos personajes ciclistas que han tenido impacto en la humanidad, más allá del plano deportivo y recreativo en el que suele encasillarse a la bici, o de una historia lineal escrita sólo para aficionados al ciclismo.
Para armar cada texto se utilizaron distintas herramientas y recursos, el periodismo, la investigación, la ficción y la publicidad. Todo esto se entrecruza con los personajes, sus ideas y hallazgos, y el universo que gira en torno a la bicicleta: ciencia, música, literatura, cine, política, medio ambiente, religión, espectáculo y moda, entre otros. Cada texto es una pieza del libro-bicicleta y para armarlo Maru aplicó varias técnicas de ilustración y diseño.
Esta naturaleza experimental del libro nos dejó en el camino de la autogestión. Después de dos años buscando patrocinadores y editoriales, concluimos que nadie nos iba a financiar un experimento editorial, la única opción que nos quedaba era publicarlo por nuestra cuenta. Al respecto hay una sentencia del escritor inglés del siglo XVII, John Wilmot Conde de Rochester: ‘Todo experimento corre por cuenta del autor’. En ese punto tenía toda la razón.”
El respetable.
En seguida, Maru tomó la palabra y fue breve pero colorida. Ella no es muy expresiva cuando se trata de hablar, es mujer de imágenes, formas y colores. Las ilustraciones y el diseño que hizo lograron una edición bellísima, un deleite visual. Luego tocó turno a Mauricio, autor de un cuento escrito en Amsterdam titulado “Las bicicletas también se embarazan”, sus comentarios fueron certeros porque absorbió la esencia del libro y les agregó su filosa opinión y fino sentido del humor. Para cerrar, Juan Alberto leyó un texto cargado de recuerdos, el humor gandalla que lo caracteriza y una disculpa por el cagón del Milenio. Retomé sus palabras acerca de la Revolución en dos Ruedas y puntualicé que la revolución ya había comenzado.Bicitekas.
El Güili soltó la música de nuevo, la gente estaba muy animada con la Cosaco, firmé algunos libros, saludé y conocí a varias personas. Pero la estrella de la noche fue la cerveza, tuvieron que ir por otro barril y también se terminó, en total fueron más de 20 litros y 8 botellas de vino, nada mal para una presentación que duró tres horas y media. A la hora acordada con la directora del lugar, Mari Carmen Ferez, quien estuvo presente y brindó con nosotros, los asistentes fueron dejando el salón. Me han dicho que la presentación estuvo muy bien, no pude darme cuenta porque la experimenté desde otra perspectiva y en otro estado mental. Tuvimos buena suerte porque no llovió y la licenciada Ferez nos dejó permanecer una hora más, lo cual nos permitió vender más. Al final recogimos todo y nos fuimos a celebrar al Za Za en la Condesa. Cayeron varias personas, Edgar y Maru con sus amigos, Gimena, los e-3, Mauricio, el Güesos y su novia, Franz y la Canijalagartija… pero recuerdo mucho a Gaby, quien esa tarde me regaló una bicicleta Hobby Cycling Collection fuera de serie. Ahí sí me tomé con calma una Cosaco especial que me mandó directo al micrositio a dormir. ¿Por qué hago esto?, me pregunté solo en la cama. Y la obscuridad me respondió: porque tu vida carece de sentido si no lo haces. Tienes que hacer lo que quieres hacer, cueste lo que cueste.
Bike chics!
Dos semanas después, el libro se mueve y empieza a llamar la atención. Hay entrevistas y reseñas con diversos medios (La Bicicleta, Deporte6AM, Bike a Fondo, Bike Rider, Gorila, El Financiero, El Excelsior, Ovaciones, Vida Saludable, Radio Mil, Dime Chilango), eventos como el Congreso de Ciclismo Urbano en junio y la posibilidad de lanzar el libro como parte de una campaña masiva para promover el uso de la bicicleta. Y de todo eso, ya habrá noticias.El libro estará a la venta en las principales librerías del país en dos-tres semanas (depende de CITEM) y en estos días en el blog de Rueda Libre: http://www.rueda-libre.blogspot.com