Sobre la nueva ley del consumo personal
Finalmente sucedió, el viernes 21 entraron en vigor las reformas legales que autorizan la posesión de sustancias para consumo personal e inmediato. La lista de sustancias incluye hasta:
• 500 miligramos de cocaína
• 5 gramos de marihuana
• 40 miligramos de metanfetamina
• 2 gramos de opio
• 50 miligramos de heroína
Peter Tosh, con su clásica "Legalize it", quizá el mayor promotor de la despenalización de la yerba.
Antes de echar las sábanas al vuelo hay algo que me hace desconfiar. A primera vista parece un paso muy elevado para la sociedad azteca, y lo es porque se supone que el consumidor dejará de ser tratado como un delincuente. Se supone. Lo que me parece la gran ironía en este caso es que haya sucedido en el periodo del gobierno panista de Calderón, quien hace poco declaró alguna torpeza sobre la muerte de Michael Jackson debido a las drogas.
Dudo de estas reformas por una sencilla razón: el gobierno, el ejército y las policías, son los primeros en violar las leyes y nuestros derechos más elementales todos los días. Si te quieren joder lo hacen con o sin ley, no necesitan una para hundirte y exprimirte dinero. Y ése es el problema que le veo a las sospechosas reformas, no hay forma de confiar en las autoridades.
Marley y Tosh, dos grandesss...
Echando a volar un poco la paranoia, me parece una trampa sutil, porque los consumidores se van a relajar más de lo que ya están. Muchos incluso ya se ven como en Amsterdam. Entonces el fenómeno del consumo saldrá a la superficie, será visible, medible y tratable, cierto…
Pero otra vez, conociendo a las autoridades, en cualquier momento le van a echar el guante a los incautos que se crean con el derecho a prender su porro en la vía y lugares públicos. Parecen decir: “Salgan de sus escondites, les prometo que no les haré daño”, con la macana escondida en la espalda. Es como dejar un libro abierto con algunas gotas de miel en las páginas y esperar a que lleguen las moscas… de pronto, cuando más engolosinadas se encuentren, ZAP!, cerrar el libro de golpe.Mejor será, como dicen en los pueblos, andarse con el ojo pelado.