Reportando desde la noche oscura.
Con los vientos que nos azotaron el lunes por la noche, el micrositio en el que vivo estuvo a punto de salir volando, como la casa de Dorotea en El Mago de Oz. Pero sucedió algo peor: el micrositio se quedó sin luz. Fueron tres días sin energía. Sin música. Sin despertador. Sin pila para la mac. Sin poder escribir y sin internet. Sin iluminación para leer. Sin cafetera y sin agua para el mate...
Sin música y sin mate el ejercicio no se da. Sin música la vida no es vida. Tres días. Suficiente para darse cuenta de lo dependientes que somos de la Energía Eléctrica, ese dios moderno que mueve al mundo.
Cualquier semejanza no es mera coincidencia, es pura energía. Otra forma de alumbrarse.
4 comments:
Alo, me gusta mucho lo que haces en la mosca, y bienvenido a la blogosfera. De lo de la electricidad... siempre puedes imaginar que una fogata es una tele.
Pero no es lo mismo, snif.
toda la razón, soy una dependiente total de la electricidad como todos, y también toda la razón en eso de "sin música la vida no es vida"
Las noches sin luz pueden ser disfrutables. Trilogía atmosférica en caso sin luz:
1) iPod (previamente cargado en compu del trabajo),
2) velas,
3) toque en mano.
Firma la experiencia itself.
ya se mi roge, somos adictos a los cables, las pilas recargables, los relojes electricos...
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