Best Fest 07 (y II)

MANIFEST

Contó con el mejor programa musical de todos, pero fue el más pendejo, desorganizado y abusivo, con la etiqueta del cuento “ecológico”. Un robo. Los organizadores tuvieron a bien meternos en un terregal de Santa Fe desprovisto de servicios, no sin antes despojar a cada asistente de sus cigarros y mis chocolates. Adentro te vendían boletitos a precios de arriba-las-manos y las filas eran de dos horas. La comida y la bebida se terminaron pronto y personas como yo, que íbamos acompañados, nos quedamos con un fajo de boletitos porque para cambiarlos tenías que formarte el resto del festival. Los baños y el servicio médico eran insuficientes. La gente se deshidrató bajo los rayos del sol, se hambreó y luego se heló con el aire de la noche. Pero como siempre, la música salvó la situación. Escuché a Yo La Tengo, una de mis bandas consentidas en un atardecer sublime, su actuación fue una cresta de inspiración eléctrica. También escuché a grupos que me parecieron buenos, como The Whitest Boy Alive, The Rapture e Interpol. Tenía ganas de escuchar a éste último, saber porqué despiertan tanto entusiasmo, y no me parecieron malos pero sí planos, en particular su vocalista, parece que canta lo mismo en el mismo tono, canción tras canción…

CORONA MUSIC FEST

Harto de tanta pendejada, de tanto abuso, tiempo y dinero invertidos en tantos grupos con tal de ver a una banda, decidí que éste sería mi último fest. No soy público de festival porque no tengo la capacidad de asimilar a tantos grupos, es demasiada música para apreciarla y procesarla en esos desfiles eléctricos. Prefiero escuchar a uno o dos, suficiente con esos. No podía perderme a Iggy Pop, así que sólo llegué a la explanada del Estadio Azteca para su presentación. Aquí pagué tres boletos en la zona rockstar, un dineral si tomamos en cuenta que cada uno costaba 800 pinches pesitos, más las cervezas de a cincuenta varitos. Pero Iggy y los Stooges desquitaron cada centavo que pagué por escucharlos de cerca y yo creo que hasta salí debiéndoles. Uno de los mejores conciertos a los que he ido, en mi Top Five.