Odisea 2008 en Zig-Zag (l)

¿Inestabilidad o Movilidad?

Hay un libro que te cambia la vida
2008 ha sido extraño, una odisea que empezó tras publicar el libro y que me ha llevado a pasar por tres agencias de publicidad, entrevistarme en otras cuatro, preparar siete presentaciones del libro, sufrir una recaída de la espalda, tener un conato de mudanza a La Península, participar en tres ferias de libros, hacer una reimpresión del bookie y un constante ir y venir del DF a Mérida, a Xalapa, a Mérida otra vez por un mes y dos veces a Gudalajara. Como rockstar pero sin fama ni dinero. Deseaba un fin de año tranquilo y entre ventas del libro, colaboraciones para tres publicaciones, un free lance de publicidad y la búsqueda de trabajo a penas tengo tiempo de hacer un recuento de las movidas del año.
Con vendedoras así, ¿qué libro no se vuelve best seller? Mi sobrina le da el visto bueno al bookie.

En enero de 2008 yo tenía dos metas: la primera, publicar el libro con dos fines comerciales, estar en la FIL de Guadalajara y hacer ventas corporativas. Luego de una mala experiencia con una pseudo editorial llamada Felou y cansado de tocar puertas en diez más, decidí publicarlo personalmente. La segunda, mudarme a Mérida en busca de una vida tranquila y saludable. Por esos primeros días del año fui una semana a esta ciudad peninsular para conocer la agencia a la que me invitaban y al equipo de trabajo. Todo se veía muy bien, cálido y próspero. Conforme avanzaba con el proyecto de publicar el libro mi vida en la agencia donde estaba empezó a verse interrumpida cada vez más, el libro me quitaba demasiado tiempo y eso empezó a causar conflicto. Debo decir que en dos años y medio la vida se había vuelto una línea gris, plana y monótona en aquella agencia de coreanos llamada Cheil Communications. Estaba hundido en un estado de aburrimiento y mente adormecida, flat line, “comatoso”, diría el Franz. Ya estaba harto de la agencia y de la ciudad de México. El plan era publicar el libro, promoverlo y distribuirlo, e irme en otoño a Mérida. Todo marchaba sobre ruedas en ese orden hasta que el 30 de abril presenté el libro, a partir de ese día las cosas tomaron un curso impredecible.
No tengo idea de quiénes son la chica y el galán ni dónde se encuentran ni quién tomó la foto, pero me da gusto saber que el bookie se abre camino. La foto me la envió un amigo, la encontró en una página ciclista.

Había llegado el momento de renunciar a Cheil en mayo porque el libro me lo exigía y porque al final estaba Mérida esperándome. El verano fue muy bueno para mover el libro y me metí de lleno en eso, presentándolo donde hubiera oportunidad y tocando puertas en las empresas del ramo. En este blog fui registrando los eventos y presentaciones en la Casa del Poeta, el Congreso Nacional de Ciclismo Urbano, Donceles 66, La Rueca de Gandhi, El Desafío MTB, La Venta Nocturna y La Feria del Zócalo, entre otros. Ya no registré la estancia en Mérida ni los dos viajes a Guadalajara por falta de tiempo (ya vienen las crónicas mayitas). En esos días, el Franz y yo desarrollamos una campaña de lanzamiento para un sistema de transporte en bici, esperamos que este año se apruebe el proyecto para ver la campaña publicada y poder cobrarla, todo depende del permiso del Gobierno de la Ciudad de México…

Las personas que más apoyaron el proyecto de Rueda Libre, su ayuda desinteresada fue decisiva en la movida del libro:


Franz: Aquí lo vemos al centro en compañía de Pedro y Beto, los Coachella Kids andaban en California paseando en esas vistosas bicis crucero.

Karina: Rolando en una expo del Colectivo e3. Ella estuvo al pie del cañón en las presentaciones y corrigió la segunda impresión del bookie, una historia que ya conocerán.

Julieta: Clavada en la lectura y en la textura del bookie. Conocida como La Canija Lagartija, durante las presentaciones atendió la mesa de ventas y la barra de chelas.

En agosto me di cuenta que no sería tan sencillo mudarme a Mérida con la actividad del libro, sobre todo la promoción en los medios, las pendejadas fiscales y la distribución con una empresa especializada, así que aplacé un mes el viaje. Necesitaba dinero porque al libro le metía lo que tenía, uno hace todo por sus hijos y todos los gastos de promoción y viáticos salían de mi cartera. Pude comprar un coche o dar el enganche para un departamento, pero no, tenía un libro que mantener. Entonces fui a entrevista a una agencia de publicidad y entré a La Base, la peor experiencia de trabajo que he tenido, también quedó registrada en este blog. Estuve un mes y renuncié porque no le temo al trabajo pero sí a los pendejos, lo que no pude aceptar es que un pendejo y acomplejado que necesita humillar a las personas para reafirmarse tratara de dar órdenes.
La difusión del libro me tuvo muy ocupado... en Bike a Fondo, donde ahora tengo la columna "La Rueda del Tiempo". Esta foto la tomó el buen Edgardo Melgoza de la revista.

Por esos días de septiembre había visitado otra agencia llamada Todo Lo Contrario y en la que negociaba para ingresar, sin embargo, de un día para otro la crisis se hizo palpable porque su cliente más importante, un banco, les recortó el presupuesto y la iguala. Eso fue suficiente para que se detuviera mi contratación. Mientras tanto los asuntos del libro me mantuvieron ocupado hasta principios de octubre con la presentación del libro en la Feria del Libro del DF en el Zócalo, invitado por Andrés Pulido. Fue en la Carpa de Cine, durante un ciclo en el que proyectaron películas y documentales sobre la bicicleta. Llevé un texto, “El movimiento del cine y la bicicleta” en el que establecí la relación del movimiento como la condición esencial para que la imagen fuera cine y la bici algo útil, e hice un recuento de películas bicicleteras. El libro se vendió muy bien durante la feria, fue cuando vi la oportunidad de viajar a Mérida durante un mes de prueba: del 13 de octubre al 13 de noviembre.

Besos Negros como la Noche
Creo que durante el año sólo fui a dos tocadas buenas: una fue en el Alicia, en la que tocaron The A-Bones, una banda neoyorkina de garage que me late un chingo, traída por Ernesto Martínez de Fuzz On! Era la alineación original de los 90 y tocaron prácticamente todo el disco The Life of Riley. En julio tocaron los obscenos Black Lips en la fiesta de lanzamiento de la revista Vice y dieron lección de garage en una noche de pura dispersión. El lanzamiento de Vice en el Tropicana estuvo musicalizado por dos grupos locales de buena factura, Joe Volume & The Vincent Black Shadows y The Hong Kong Blood Opera. Luego de calentar a la concurrencia fueron seguidos por los ahora célebres Black Lips, un cuarteto sísmico de Atlanta que grabó su quinto disco en Vice Records, el estupendo Good Bad Not Evil. Tocaron ruidosos y desparpajados varias canciones de éste y otros discos, es un grupo que lo mismo le mete al surf y al country que al punk y al blues con el músculo del rock gringo. Sólo una banda así puede hacerle una canción al huracán Katrina y tocarla de manera similar, entonar antihimnos generacionales, cantarle al amor interracial, a la mala suerte y al misticismo instantáneo. Buena bandita.

Los libros que por alguna razón pasaron por mis ojos durante 2008:

• The life and times of Sonny Barger and The Hell’s Angels Motorcycle Club

• Life after God de Douglas Copland

• Son de Mar de Manuel Vicent

• Un dios para sí mismo de Ernesto Murguía
  

• La piel del fuego de Alberto Pérez Gálvez

• Posthumano de Mauricio Bares

• Ya no quiero ser mexicano de Mauricio Bares

• El Kama Sutra

• Ramones de Ignacio Juliá

• Roomanitarian de Henry Rollins

• Piel de víbora de Patricia Rodríguez

• Bogavante de Adrián Curiel Rivera

• El periodismo cultural en tiempos de globalifobia de Rogelio Villarreal

• Pocho de José Antonio Villarreal (re lectura)