Monday, October 20, 2008

Las Bicicletas y sus Dueños

La Orbea de Nico*

Morir en bicicleta es algo reservado para unos cuantos. Modelo, actriz, cantante y compositora, la diva dark murió a los 49 años mientras pedaleaba en la isla española de Ibiza. De seguir en este mundo, el 16 de octubre Nico hubiera cumplido siete décadas.
La rubia de ojos profundos se llamaba Christa Paffgen, trágicamente hermosa desde su nacimiento en 1938 en Colonia, Alemania, durante el nazismo. Su padre desapareció en un campo de concentración al iniciar la 2ª. Guerra Mundial y ella creció en Berlín, a salvo de los comunistas pero en las garras de su madre. Ahí, la ambición materna encontró en la extraordinaria belleza de su hija el motivo perfecto para sacarla del colegio e iniciarla en el modelaje a los trece años.
Sin duda su vida fue como una canción triste y llena de excesos cuyo final llegó en 1988, hace 20 años, aquella tarde calurosa de julio. Salió a dar un paseo y la encontraron tirada junto a la bici, víctima de un infarto y del golpe al caer. Su muerte en la isla blanca de España ameritaría que la canción fuera del otro blues, Bulerías de la Nico interpretada por el Camarón y el Tomatito, o una escultura de la maja en el lugar de los hechos tipo la Cabeza de Toro de Pablo Picasso (el sillín de bici con el manubrio como cuernos), quien solía vacacionar en aquel lugar.

Por ubicación geográfica suponemos que Nico pedaleaba una bicicleta ibérica de gran tradición, la Orbea crucero que hoy se denomina Cross Leisure, diseñada para dar paseos con calma, la típica de renta para andar de turista, dominguear por el pueblo y la ciudad e ir a la playa. Es una bici para montar en zonas sin muchos relieves, estable y cómoda debido a su diseño robusto, al confortable sillín y a que permite ajustar el manubrio para ir en posición vertical. Las primeras fábricas españolas de bicicletas surgieron después de 1900, Béistegui Hermanos (BH), G.A.C. y la más conocida de todas, Orbea. Esta empresa familiar, creada por los hermanos Juan Manuel, Mateo, Petra y Casimiro, inició en 1840 siendo una fábrica de rifles y pistolas en Éibar, País Vasco. Medio siglo más tarde, los hijos Jacinto, Valentín y Juan la convirtieron en Orbea y Compañía, construyeron una hidroeléctrica y abrieron otra fábrica en Argentina. Pero en 1926 los problemas familiares la dividieron en dos empresas: Hijos de Orbea, que siguió fabricando armas y cartuchos; la otra, Orbea y Compañía, cambió las armas por las bicicletas. En esos días la bici se popularizó en España, pues solía ser un pasatiempo de la clase alta, a pesar de que en 1936 se detuvo la producción por la Guerra Civil hasta el 39. Para 1950, Orbea despuntó al introducir una bici con motor, la Velosolex.
En esa década de los 50 la carrera de Nico despegó cuando se fue a vivir a París para quedar enmarcada en las revistas de moda y en las pantallas de televisión. Así la descubrieron varios cineastas y fotógrafos fascinados por su sensualidad con quienes trabajó: Nico Papatakis (a quien le debe el sobrenombre), Alberto Lattuada (La Tempesta), Rudolph Maté (For the First Time), Jaques Poitrenaud (Strip-Tease) y Federico Fellini (La Dolce Vita). Para entonces hablaba alemán, inglés, español, italiano y francés, sólo le faltaba tener un hijo y tuvo a Christian Aaron con el actor Alain Delon al iniciar los 60. En esos tiempos, justo cuando se levantaba el muro en Berlín, Nico entraba al mundo del rock por la vía de la seducción a través del guitarrista de los Rolling Stones, Brian Jones, quien la llevó a grabar “Im not sayin” con Andrew Loog Oldham y Jimmy Page.
Ya encarrerada se ligó a Bob Dylan, el que le escribió “I’ll Keep It With Mine” y la presentó con Andy Warhol. De inmediato logró integrarse al círculo de superstars que frecuentaban The Factory, el antro-estudio del artista, y figurar en su película Chelsea Girls. Después fue corista de Velvet Underground, el grupo de Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison y Maureen Tucker que tocaba en el performance multimedia Exploding Plastic Inevitable. De este proyecto resultó el disco The Velvet Underground & Nico, el clásico de 1966 con la portada del plátano. Ella sólo canta tres canciones: “All Tomorrow Parties”, “Femme Fatale” y “I’ll Be Your Mirror”, que le bastaron para coronarse como la reina del rock de cabaret. Los egos los llevaron por caminos distintos, el grupo se convirtió en una referencia musical obligatoria y Nico se reafirmó como una artista fascinante y misteriosa. Conoció al cineasta Philippe Garrel y filmaron 10 películas, también fue prolífica en relaciones con rockeros peligrosos como todos los mencionados, además de Jim Morrison e Iggy Pop, al que contagió de gonorrea y un gusto especial por el vino francés. Entonces la estrella de esta bicicleta adquirió, entre otros, el hábito de la heroína.
Durante los 70 la voz aterciopelada grabó discos solistas bajo la producción de los excelsos Cale, Brian Eno y Phil Manzanera: Chelsea Girls (con canciones de Dylan y Jackson Browne), Marbel Index (ella escribió todo, además tocaba el piano, el harpsicordio y el pandero), Desertshore y The End. Su figura creció en los 80 por ser inspiración reconocida de Patty Smith, Siouxsie, Bauhaus y Dead Can Dance, lo cual le dio un status de culto en el mundo musical que no se opacó cuando se supo que había iniciado a su hijo de 17 en la heroína. Él había probado el LSD en el vientre de su madre, ya tomaba alcohol y chupaba anfetaminas a los cuatro años. Ella siguió grabando discos seductores y abismales como Drama of Exile, Camera Oscura, Heroin, y cantando en vivo con su dolor interminable hasta el último concierto en 88, Fata Morgana.
En 1975 Orbea cambió de dirección y se instaló en el municipio de Mallavia, Provincia de Vizcaya, donde aún continúa, y tras una severa crisis empezó a formar parte de Mondragón Corporación Cooperativa. Hoy fabrica bicis de ruta, de montaña y crucero, su especialidad son los diseños de fibra de carbón, sus famosos cuadros Orca y Ordu, así como el Oiz y sus dobles suspensiones. La compañía suele organizar competencias y patrocinar a equipos de ciclistas, hoy lo hace con el Euskaltel-Euskadi de ruta, además de tener el suyo desde 2005. En años recientes la marca ha crecido fuera de España, un país que se distingue por su cultura de la bicicleta, los avances que han logrado en sistemas de transporte urbano (www.bicing.com) y sus grandes ciclistas: Miguel Indurain, Pedro Delgado, Luis Ocaña y los actuales Carlos Sastre, ganador del Tour de Francia 2008, y Alberto Contador, considerado el mejor del mundo este año por llevarse el Tour 2007, el Giro de Italia y la Vuelta de España 2008.
Morir en bicicleta suena a título de canción tocada por Ojos de Brujo. En el Tour de Francia de 1967, el británico Tom Simpson sufrió una caída y fue auxiliado por los espectadores para seguir pedaleando unos metros más, sus últimas palabras antes de caer muerto por colapso fueron "Put me back on my bike". Así pues, una artista de la talla y encanto de Nico no podía partir de manera común y estática. Meses antes del infarto se había impuesto un programa para dejar la heroína tras casi dos décadas de hábito, pero su corazón roto y cansado no soportó el paseo final. Murió por hemorragia cerebral unas horas después de caer. Salió de este mundo en fade out, pedaleando como esas musas de largas cabelleras que montaban bicicletas antiguas en el cielo nocturno.
Como una estrella rodante.

* Publicado en Milenio Diario, El Ángel Exterminador.



Sunday, October 5, 2008

Fierro por fierro

Desaparecen el Toreo de Cuatro Caminos y una galaxia de recuerdos*

La Ciudad de México cambia de fisonomía y empieza a olvidar. En una de tantas cirugías se queda sin esa protuberancia metálica, el Toreo de Cuatro Caminos, que terminó sus días en la perfecta inutilidad, salvo servir como punto de referencia y domo de los recuerdos.
Adriano e3: www.e3colectivo.blogspot.com

Como viajero de Satélite y habitante de esta peculiar comarca de neón he visto el Toreo toda mi vida al ir y venir del DF. Ahora es extraño ver que lo desarman como si fuera un juego de mecano: 1,800 toneladas de acero y cada fierro está impregnado de óxido reminiscente. El panorama urbano es otro sin la cúpula de 60 metros de altura que siempre me pareció una enorme nave espacial lista para despegar. Hoy se desintegra y en el aire flota esta sensación semejante a la de los sueños: es la misma ciudad pero en una dimensión desconocida, el equivalente a vivir atrapado en un capítulo de la teleserie. Algo no cuadra para las colonias en las órbitas del suburbio.

El futuro que nunca llegó
Deborah Galván

Este monumento de ciencia ficción estuvo ahí 61 años, la mayor parte del tiempo en desuso. El ruedo se estrenó en noviembre de 1947, en sustitución del Toreo de La Condesa, cuando Naucalpan era una zona rural (¡ahora sí estamos entrado a la modernidad industrial, ajúa!), pero la obra nunca se terminó y así albergó a la fiesta brava durante 20 años. En sus arenas pisaron toreros y toros de todas las tallas, Luis Castro, Lorenzo Garza y Joselito Huerta, entre los más citados. Se le llamó el Toreo de Cuatro Caminos porque ahí se encontraba la intersección de la Ciudad con los pueblos de Naucalpan, Cuautitlán, Tacuba y Huixquilucan. Desde entonces era un punto de referencia.
Deborah Galván

Con el paso del tiempo y el tráfico, el Toreo se convirtió en un centro multiusos donde se realizaban eventos masivos de cualquier tipo. La estructura metálica que lo cubría se construyó en 1968 y luego tuvo el techo de lámina que brillaba a lo lejos por el sol. Con la promesa del futuro que nunca llegó, la nave espacial no lograba despegar. A veces funcionaba como escenario de conciertos, peleas de box y lucha libre, mítines políticos y otros espectáculos. Desde Antonio Aguilar hasta los Chemical Brothers hicieron cantar y bailar a sus seguidores. Por ese ring pasaron Rubén Olivares El Púas y Julio César Chávez, El Santo y Blue Demon. Pero ni así voló el armatoste. Hubo shows de calidad, hasta que el PAN lo tomó como circo de lanzamiento para sus candidatos: Maquío, Fox y Calderón arrancaron ahí sus campañas.
Deborah Galván

El lugar no era rentable con eventos aislados porque costaba un dineral mantenerlo. Hace un par de años, al trabajar para una agencia de publicidad, pude subir y caminar sobre la superficie cual astronauta en la luna para tomar medidas, fotografías y video. Sin embargo, el costo era impagable para el anunciante y no se concretó el proyecto. A pesar de ser un fracaso comercial, el Toreo tuvo importancia en la configuración de la Zona Metropolitana. Como se sabe, ahí se encuentra el límite del Estado de México y el Distrito Federal, donde ahora se pretende construir un segundo piso de cuota hasta Lomas Verdes. En su perímetro también se encuentra la estación donde termina la Línea 2 del Metro: Cuatro Caminos.

Santo llamando a Lunave
Adriano e3

Más que eso, en su domo el Toreo contuvo momentos de épocas pasadas, una galaxia si sumamos a las personas que pasan a diario o que alguna vez estuvieron adentro. Existen las resonancias de los conciertos de rock, empezando por el de Joe Cocker a mediados de los 70, cuando le daban sus epilepsias etílicas. Un asistente recuerda que la policía se dio vuelo madreando chavos, que el maeeestro de ceremonias era Luis de Llano y Xavier Bátiz el telonero (seguro dijo que le enseñó a cantar el blues a Pepe Vergón); encima, Cocker estaba tan pasado que su presentación no duró ni seis canciones bajo la lluvia. Festivales de rock hubo algunos a pesar de la mala acústica, estuve en un par de ellos en los que tocaron Mano Negra, Cypress Hill, Café Tacuba, Maldita Vecindad y Tijuana No, entre otros. De hecho, Café Tacuba tiene un disco titulado así, el Cuatro Caminos. La tocada más memorable sucedió en el antro trasero llamado La Viuda, donde una vez Ice-T y Body Count rompieron tímpanos.
Lo que atesoro del Toreo es la lucha libre. Mi tío Eduardo siempre ha sido un gran aficionado y durante los 80 ahí se disputaron estupendas máscaras y cabelleras. Todos los primos íbamos con él a las luchitas, entrábamos en tropel con nuestro programa y el cono de pepitas. Ahí vi por primera vez al Lizmark, al Canek y al Mil Máscaras, pero el que más me impresionaba por salvaje era el Perro Aguayo con su greña revuelta de sangre y sudor. Fue en el Toreo donde el Santo se despidió, el Enmascarado de Plata luchó por última vez en septiembre de 1982.

Where is my mind?
Adriano e3

Pero las luchas también se terminaron y el inmueble se ocupó en ocasiones. Nike hizo una activación de marca y fue el set de la serie de televisión Capadoccia, la cúpula anunciaba una cadena de tiendas y el triste fin corrió a cargo del panista argüendero Germán Martinez. Sin duda somos testigos del fin de una época, hasta al Yankee Stadium le tocó caer. ¿Qué sigue? Se ha dicho que por ahí pasará el Viaducto Bicentenario, que se construirá una plaza comercial y un corporativo, que un desarrollo residencial y torres departamentales… o todo eso y más en un terreno de 30 mil metros cuadrados. Es una necedad seguir construyendo donde se necesita un parque con áreas verdes y suficientes árboles. Pero eso es impensable para el presidente municipal José Luis Durán Reveles y para el gobernador Enrique Peña Nieto, tan ocupados en devastar hasta el último metro cuadrado del Estado de México y construir puentes, centros comerciales y fraccionamientos sin planeación alguna.
Adriano e3

Mientras desmontan la estructura de acero también desmantelan los recuerdos de una ciudad que va perdiendo la memoria en cada viga. Su desaparición es el último espectáculo que ofrecerá. Eso me recuerda el final de la película The Fight Club, la urbe se derrumba y suena la canción de los Pixies, Where is my mind?

* Texto publicado en Milenio Diario, 5 de octubre de 2008.


Maru Sandoval y su amigo y servidor estaremos en la Feria del Libro de la Ciudad de México para presentar "Las Bicicletas y sus Dueños". Sábado 11 de octubre, Zócalo de la Ciudad, 11 am, Carpa de Cine Gritos y Susurros.

El libro estará a la venta durante la feria en el stand de
Textofilia (www.textofilia.com), carpa de Editoriales Independientes, junto al Foro Joven y Metro Zócalo.