Friday, November 27, 2009

Bicis y libros en la FIL de Guadalajara


Las Bicis, Los Ángeles, La FIL


"Andar en bicicleta es leer al mundo de otra forma, una lectura en movimiento que permite percibir con todos los sentidos". Ciclismo Mágico, tomado de Las Bicicletas y sus Dueños.

El Paseo Ciclista de Tod@s

"El horizonte es una página en blanco y el ciclista la escribe al pedalear". Ciclismo Mágico, tomado de Las Bicicletas y sus Dueños.

Letras y Bicicletas en Guanámsterdam
"Las Bicicletas y sus Dueños", diez capítulos nuevos con historias de Nico, Giuseppina Grassi, Sony Barger y Barack Obama, además de bicis, cine, literatura y música. Disponible en la FIL en RGS Libros / Grupo Libros y Editoriales: Zona Internacional. Av. Ensayistas LL1 al LL11 y KK2 al KK12.

Monday, November 16, 2009

AC/DC

Y nos llevó el Diablo...


Es curioso lo que cae de la memoria cuando se sacude la cabeza en un concierto de AC/DC. Este grupo forma parte de mi segunda etapa rockera, crecí escuchándolo a fondo, no podía perdérmelo. Pero el precio rockstar de los boletos estaba fuera de mi presupuesto rocker, en llamas, además, por una deuda que me cogió por sorpresa. Pobre y sin chemo, colgué en el facebook un S.O.S. y lo maldije con Back in Black. Al final del día, cuando medio mundo calentaba el motor para rockear y yo me quedaba con los ratones de la agencia, la plegaria maligna funcionó. Un efecto de fe negra. Ningún santo me hubiera concedido este boleto. A las siete de la noche, Juan Alberto Vázquez me dijo que se rifaba con uno. Casi se lo arrebato por el messenger.

“Sácalo, antes que nos lleve el Diablo”Quedamos de vernos en una esquina de Viaducto, un torrente de coches con el toquín por dentro: AC/DC a todo volumen, voces, risas, humos, botellas... íbamos en el de Juan Alberto y durante el trayecto también aplicamos la de Jaime López, antes que nos lleve el Diablo. Pero Juan iba en plan de trabajo y prefirió unos tragos de tequila que le daba a su pachita de a litro. Yo empujé el humo con una PK… los días me siguen pareciendo monedas en el aire, en un parpadeo tu suerte puede cambiar: estaba resignado y de pronto me vi con un amigo, sentado en el Foro Sol, esperando a AC/DC con un vasote de cerveza entre las manos y el estado de maldad adecuado para rockear. Llegamos después de Los Mustang y no tuvimos que esperar mucho antes del apagón inicial, las tinieblas como telón para el tren del infierno que fue a descarrilarse sobre el escenario. Empezaron a tocar Rock n Roll Train, reconociendo el terreno, y me quedé sorprendido del jale que tienen: chavas, muchas chavas (¿Qué sería del rock sin ellas?, nos preguntábamos al verlas pasar), todos los sectores rockeros estaban presentes y era notable la cantidad de adolescentes que llegaron con sus papás o vía Guitar Hero (¿o es Rock Band?). Si el videojuego los acerca al buen rock, pues que se diviertan, ahora saben que el grupo es de una época anterior.

65 mil almas perdidasFoto: www.rockenvivo.com y t.click

La primera rola fue para ajustarle las tuercas al sonido. El verdadero arranque sucedió en seguida, recetaron una sobredosis de rock pesado, el boogie metálico –como lo definió Oscar Enrique Ornelas- que lo mismo hizo brincar al punk que al metalero o a la niña fresa que enseñó sus enormes tetas en las pantallas, meciéndose sobre los hombros del novio. Ahora sí que un festín de rock, sexo, luz y fuerza. Entonces los adolescentes nos miraban divertidos agitar la cabeza con Hell Ain’t a Bad Place to Be, Back in Black, Dirty Deeds Done Dirt Cheap, Shot Down in Flames, Thunderstruck… Sencillamente grandes. ¿Cómo lograr su estilo en vivo, en un concierto masivo, con auténtica fidelidad, potencia, nitidez y precisión? Siendo AC/DC, garantía de rocanrolez maligna, sin baladitas tontas ni otros suavizantes, puro rock rudo, sucio, necio. Me clavé en la mancuerna de los dos hermanos (me late mucho el sonido y el ritmo de Malcolm Young) y el estupendo Brian Johnson. Pero Angus Young es un tipo fuera de serie, un guitarrista excepcional y concepto viviente de chavo cabrón, metido en su mítico trajecito de estudiante del que se fue despojando en un strip tease. Justamente llamado el guitarrista con el Diablo en los dedos, una figura emblemática del rock que mantiene viva, con humor inusual, la idea de la rebeldía.

El headbanging es un ejercicio mental
Con Juan Alberto, mientras tocaban Shot down in flames, una de mis favoritas. Foto satánica, con ojos rojos de poseídos y cuernitos brillantes al fondo...

Mientras perdía la voz y la cabeza, los recuerdos con AC/DC hicieron pop en mi mente, como si la memoria fuera un árbol que dejaba caer las manzanas prohibidas con cada sacudida: las tardes que pasé con mis primos escuchando Back in Black, le rendíamos culto a este disco. O la ocasión que tocaron hace trece años en el Palacio de los Deportes, iba con Horacle y nos habíamos tomado unos aceites tremendos que nos sacaron chispas. O cuando pasé casi una noche entera en el baño de un Holiday Inn, escuchando el caset de For Those About to Rock en una grabadora de Radio Shack para no despertar a los demás. O el gorro negro con letras blancas que compré en Nueva York para el frío que despertó las más inesperadas simpatías en la calle. El quinteto agarró vuelo y el concierto avanzó a toda marcha con Black Ice, The Jack, Hells Bells, Shoot to Thrill, War Machine, Dog Eat Dog, You Shook Me All Night Long, TNT

De las anécdotas que recordé estuve flotando en una de la secundaria del Cristóbal Colón, donde un día prohibieron intercambiar discos (LPs) y llevar playeras estampadas con el nombre de tu grupo favorito. Por supuesto, AC/DC encabezaba el top ten de un siniestro director llamado Manuel Mijares (un pro nazi quien murió el año pasado en un accidente alpinista). Pues el conecte de material discográfico se daba atrás de las aulas espaciales de Lomas Verdes, como si de algo ilegal se tratara, y así fue como llegó a mis manos una colección de AC/DC: Dirty Deeds, High Voltage, Let There Be Rock, Power Age, If You Want Blood You’ve Got It y Highway to Hell. Por alguna razón se olvidaron de ellos y Bola, el broder que me los había corrido, dijo que los guardara algún tiempo… era evidente que había algo chueco con esos discos, como la música torcida que contenían, pero no quise preguntar y me dediqué a escucharlos. Durante un año los hice sonar, grabé casets y torturé a todos en casa sin proponérmelo, hasta que sucedió lo inevitable, los dueños de los discos, el Topo y su hermano Alex, tocaron a mi puerta para reclamarlos. Tuve que entregarlos. Los tres, Bola, Topo y Alex, son grandes amigos a quienes aún frecuento.Fuera de mi mente, en el Foro Sol, AC/DC se enfilaba sin frenos hacia un cierre monumental, una colisión eléctrica de dimensiones bíblicas con Whole Lotta Rosie, Let There Be Rock, un solo espectacular de Angus Young, y las imprescindibles canciones malditas Highway to Hell y For Those About Rock. ¿Cuántas historias podrían contarse aquí por asistente? Rayos y centellas, de vez en cuando es bueno dejarse llevar por el Diablo, un poco de maldad a nadie le hace daño. Sobre su retiro, Brian Johnson entiende que en este asunto del rock lo más recomendable es irse a tiempo para evitar los desvaríos decadentes y las decepciones que hemos visto, por ejemplo, con The Who y The Rolling Stones. En la memoria, AC/DC siempre será sinónimo de energía para salirse de la norma cotidiana y romper las reglas. Un concepto vivo.

RGS / Gpo Libros y Editoriales / Zona Internacional / Av. Ensayistas / LL1-LL11 y KK2-KK12

Saturday, November 14, 2009

En Guanámsterdam, Jalisco

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Sunday, November 1, 2009

La Bici Fantasma de Liliana Castillo

A los muertos en bicicleta

Fotografías: Jorge Ávila (avilajorge@yahoo.com).

Summer is gone, but our love remain
like old broken bicycles out in the rain.

Tom Waits, Broken Bicycles


Le llaman la cebra, esa franja de rayas blancas sobre el asfalto donde atropellaron a Liliana cuando cruzaba en bicicleta. Las rayas son más parecidas a las teclas de un piano que dejaron una estela musical a su paso, las notas de una canción triste y bella. Fue ahí, entre Avenida Universidad y Mayorazgo, al sur del Distrito Federal, donde apareció por primera vez en México una Bici Fantasma.

Liliana Castillo Reséndiz alegraba al mundo. Tenía 23 años, le gustaba la fotografía, era actriz en ciernes y distinguida ilustradora infantil que figuró en el catálogo de ilustradores del Conaculta 2008. Vivía en un pequeño departamento de la colonia Portales con Óscar Pereyra, quien la describe como “una persona virtuosa, hermosa, con una sonrisa inspiradora”. Formaban una pareja enamorada que solía moverse en bicicleta, hasta que la mala suerte se atravesó en sus vidas.El viernes 15 de mayo de 2009, cuando Liliana pedaleaba hacia la Facultad de Filosofía y Letras, un auto que circulaba con imprudencia la atropelló. En el accidente se golpeó la cabeza y se lastimó de gravedad el pie izquierdo. Lo peor es que no llevaba casco. La trasladaron inconsciente al hospital de Xoco y de manera inexplicable la ingresaron como desconocida a Terapia Intensiva. Nadie avisó a sus familiares, de nada sirvió que llevara su credencial del IFE, ellos la encontraron al día siguiente. 24 horas de pura desesperación. Supieron del accidente por una nota de periódico.
El conductor, Mauro Gerardo Martínez Toussaint (también de 23 años), logró evadir la acción de la justicia con una declaración inverosímil (que la atropellada le otorgó el perdón) y una fianza. Pero Liliana pasó una semana de agonía infernal, le amputaron medio pie y sufrió muerte cerebral debido un traumatismo craneoencefálico de alto grado. Dejó de existir mientras Óscar tocaba la guitarra y le cantaba. Era viernes 22 de mayo a las 2:40 de la tarde, la hora en que un temblor de 5.9 grados en escala de Richter sacudió a la ciudad.Días después, ante la mirada sorprendida de los ciudadanos, apareció la Bici Fantasma de Liliana. La noche del diez de junio, en el lugar donde fue atropellada, más de un centenar de ciclistas y transeúntes se dieron cita para instalar la bici blanca en el poste de un señalamiento peatonal con fotografías, flores, veladoras, objetos y mensajes escritos. Un altar colectivo urbano. La Ghost Bike apareció por primera vez en los Estados Unidos y llegó a nuestro país a través de los Bicitekas, encabezados por Areli Carreón, quienes se encargaron de la instalación para señalar a la sociedad y a las autoridades que una persona ha muerto por la falta de cultura y respeto vial, espacios seguros para los peatones y los ciclistas. La bici blanca rinde tributo al caído en bicicleta y alerta sobre el peligro del lugar para evitar más accidentes. Una manifestación urbana que adquiere rasgos de ritual.El antecedente directo de esta práctica fue la Bike Angel, una bici blanca con grandes alas suspendida a la entrada del Túnel Stockton en San Francisco, California, en agosto de 2001. La instalación corrió a cargo del movimiento ciclista internacional Critical Mass, lidereado por su fundador Chris Carlsson. Dos años más tarde, en octubre de 2003, apareció la primera Ghost Bike en St. Louis, Missouri. Con ella inició un movimiento que se ha extendido a lo largo de 90 ciudades en el mundo (www.ghostbikes.org), entre las que figuran el D.F. y Guadalajara.Por desgracia, desde la aparición de la Bici Fantasma de Liliana, cada día se ven más bicicletas blancas en México. En julio se instalaron dos más en el D.F., la de Estela de la Luz Valles Vindiola en uno de los puentes peatonales de Chapultepec, convertidos a fuerza en tramos de la “ciclovía”, y la del policleto Ignacio Santiago Martínez en la colonia Condesa. Durante octubre se sumaron la de Rubén Vázquez Marín, un niño de 13 años que vendía café y pan en Polanco, atropellado por Daniel Alberto Ramírez en Reforma a la altura de Julio Verne (el primer Triciclo Fantasma del mundo). La de Oscar Estévez, fotorreportero arrollado en 2008; y la de José Ibarra, de 55, embestido por el chofer de una revolvedora, Alberto Rodríguez Zamudio, en Insurgentes y Hamburgo. Areli Carreón comenta que en octubre hubo otros tres ciclistas sin identificar y reconoce que los muertos ya rebasan la capacidad de las organizaciones (Biciellas, Biciraptors, Tlatilkas, Bici Cerdos, Ciclovida, Veteranos en Bici, IMFUBU y Mujeres en Bici) de costear y organizar la colocación de más bicis blancas.Al hablar sobre las bicis blancas, durante su ponencia en el 2º. Congreso Nacional de Ciclismo Urbano en Guadalajara, Patricia Martínez de GDL en Bici cuestionó la falta de congruencia de las autoridades y la negligencia de los automovilistas, e informó que tan sólo en 2008 murieron 84 ciclistas en esa ciudad. De acuerdo a esta organización ciclista, hasta el 8 de octubre de 2009 se habían instalado las Bicis Fantasmas de Álvaro Octavio Calzada Cárdenas, Jessica López Barajas, José Rodrigo Villalobos Medina, Mauricio Altamirano Gutiérrez, Edgardo Yared Padilla Uribe, Isidro González Vallejo y tres ciclistas desconocidos.Para recordar a Liliana y dar a conocer su obra, Óscar creó la fundación que lleva su nombre (www.fundacionlilianacastilloresendiz.blogspot.com), donde puede conocerse el trabajo, las historias y las respuestas que rodean a su Bici Fantasma. Como en la canción de Tom Waits, uno de sus favoritos: ella se fue, pero su amor permanecerá, como una bicicleta rota bajo la lluvia.

* Texto publicado en Milenio Diario.