Monday, June 25, 2007

Las Ruedas del Ciclotón


La reconquista de la Ciudad de México sólo podía empezar en bicicleta. La idea era movernos libres de coches, en dos ruedas, a pie, en patines o patinetas, los seres urbanos recuperamos por algunas horas los espacios citadinos para la convivencia y el contacto entre las personas. Al igual que en las sociedades más avanzadas, en las que existe una cultura de la bicicleta, hemos empezado a pedalear por esa ruta con una respuesta diversa: se calcula que 70 mil personas asistieron el domingo 24 al Segundo Ciclotón Familiar en el Distrito Federal.

Entre caminar y volar.

El tímido sol mañanero no asustó a los miles de ciclistas que ya disfrutaban los 32 kilómetros del circuito horas antes de que el jefe de gobierno diera el banderazo inicial: “A pasear sin contaminar”, se dijo en el Hemiciclo a Juárez. ¿El combustible? Nada más ecológico que huevos y café o una torta de tamal y un vaso de atole.

Darth Vader con la nave descompuesta.

Con el tanque lleno rodar en bicicleta es lo más natural del mundo, una forma más elevada de moverse y convivir. Al pedalear entre tantas personas fue inevitable percibir que si tenemos dos piernas y dos pies, dos brazos y dos manos, dos ojos, dos oídos y dos genitales, lo que sigue es tener un par de ruedas. No nos fue concedido tener alas, pero al pedalear somos uno con la bicicleta, nos fusionamos con ella, las dos ruedas se integran al cuerpo como extremedides circulares. Por eso se considera que pedalear está entre caminar y volar, la sensación es que nos desplazamos flotando, lo cual parece conducir a un estado de relajación y tranquilidad. Esa es la evolución de la sociedad hacia la que nos dirigimos si hay constancia en este tipo de iniciativas y se vuelven programas permanentes.

El Llantas a Mí: la Antorcha Humana contra el calentamiento global.

México es un país tradicionalmente bicicletero. Susana Vázquez Mellado apunta que las primeras bicis en la Ciudad de México aparecieron en 1900 causando un asombro mayúsculo entre perros que ladraban a su paso y gente que las apedreaba, el equivalente a los policías y a los conductores de hoy. Eran bicis que traían de París y Nueva York, donde pedalear era el último grito de la moda entre la alta sociedad. La bicicleta se popularizó en México durante las dos primeras décadas del siglo pasado, sustituyó al caballo, a la mula y al burro convirtiéndose en uno de los medios de transporte favoritos del pueblo. Desde entonces ha sido una pieza fundamental en la transformación del país durante su tránsito hacia la democracia, sin embargo, su registro histórico no ha sido valorado.

Los González: Juan Antonio, Noemí y Rodrigo.

El Ciclotón demostró eso, no existe un medio de transporte más democrático que la bici, el desfile de la diversidad incluyó a los deportistas en sus modelos de ruta, familias con sus bebés y niños en bicis con rueditas, gays en vistosas cruceros rosas y violetas, ciclomontañistas y ecologistas en bicis de montaña, parejas de la Condesa en sus retros, chavos extremos del freestyle dando saltos, acróbatas en monociclos, freaks y cholos en sus extrañas recumbentes, proselitistas de causas perdidas en cletas igualmente destartaladas, disfrazados de árboles sobre ruedas, activistas con playeras distintivas, adolescentes en choppers, paseantes en las bicis que presta el Gobierno de la Ciudad, tías gordas y abuelitos en viejas bicis cross, las infaltables mascotas (algunas montadas en las bicics de sus dueños), todos confluyendo armónicamente en el mismo río de ciclistas, peatones y patinadores a través de la ciudad.


Una forma más elevada de caminar.

Por supuesto, no todo podía ser perfecto. También hubo cafres en bicicleta que causaron uno que otro accidente, automovilistas molestos por el cierre de avenidas y lo más importante, faltaron cabinas sanitarias en las estaciones de servicio. Fuera de eso, el Ciclotón es una estupenda idea y un bello espectáculo humano que debe continuar. Además de que las mujeres se ven más hermosas cuando van montadas, de que los niños se ven más alegres y los adultos somos como niños, el uso de la bici contribuye a mantener el balance en todos los niveles orgánicos: se restablece el equilibrio del organismo y la persona contribuye al equilibrio social y ambiental. Por si esto fuera poco, pedalear también aliviana la economía personal y familiar.

Señalización de lujo para los ciclistas.

Que es necesaria una cultura vial nadie lo pone en duda, educar a todo aquel que transite en vehículos o a pie, sólo así podremos alcanzar el respeto como peatones, ciclistas, motociclistas y automovilistas. Eso es sólo una parte, la otra es generar una cultura de la bicicleta, fomentar el uso entre la población e integrarla a la vida cotidiana con carriles especiales, instalaciones para estacionarla, facilidades en el transporte público y toda la información referente al tema a través de distintos medios, campañas y actividades. El Ciclotón sólo es un buen inicio.

13 comments:

GiGa said...

Qué super chido!! No me pierdo el próximo, solo que te voy a volar tu bici naranja :) pls. La mîa no vuela como dices que suponen volar. Es tan retro que pesa más que yo!! se me hace que de verdad tengo la bici equivocada.

Me encanto el post completito. Las fotos estan geniales, ése "llantas a mi" está genial. Y el cascao de Vader no tiene madre.

EL GUARDIÁN said...

Chido reportaje. La pasión por las ruedas se siente y lo hace aún más rico de leer, aunado a las buenas tomas que lograste –la de la Diana fue una de mis favoritas.
A rolar.

Joni said...

Este tipo de iniciativas del Gobierno están poca madre!!

Rodando sin coches por Reforma, el Centro y Chapultepec sientes que la ciudad te pertenece, crea un sentimiento de identidad bien chido.

Ahora hacen falta más ciclopistas que coneceten mas zonas de la ciudad -en cuanto hagan la de Naucalpan - Polanco- me cae que yo dejo de usar el coche.

Joni said...

Ah, y gracias por la foto.

Luego me mandas las otras.

Chido,

Juan

Unknown said...

awww, yo jamás me he subido a una bici... bbuuaaaa buuaa...

la ultima vez, me dí un porrazo y tengo una cicatriz en una pierna, casi no se ve, nada mas me acuerdo y me cosa...

Ali Heredia said...

Wooooa que chingón, me hubiera gustado estar ahí.
Hace mucho que no ando en bici, como un año... ya se me antojó.
=)

LA Matrsuhka said...

ja, cuando me subo a una bici recuerdo cuando jalaba con los cuates de secundaria haciendo desastre, llegaba a casa, poia a los ramone sy me masturbaba viendo pornos robadas a los lelosd el salon. Ahora ando en bici por un placer mas moderado, pero jamas decadente. Grcias por la cronica Rogelio. y aver cuando vienes a descansar a Tehuas, aqui hay lugares chidos para rolar en bici.
Pd. la invitacion es para todos

B West said...

deja que pase el verano y verás como me compro mi bici! jejeje!!

Karla Nerea Valencia said...


¿Es mí imaginación o tú te traes un vínculo bien estrecho con las bicicletas?; Cada 5 post de seis, tratan de bicis. JE!
Pero me late...Inspira cómo para querer recorrer la ciudad en la Bicle...Uhm uhm... No, mejor no...
Mejor 100% seguridad en la estátitca.

Abrezos.

Servidora y amiga:
Karla Nerea V.

paulina said...

síi, es muy buen inicio.
reforma sin cohes, una maravilla! a tomar las calles.
saludos,
pb

Jj said...

No se si conozcas un cortometraje mexicano de los cincuentas, donde bautizan a un niño como "fulanito bicicleta" porque los huicholes tienen una tradicion en la que le ponen el segundo nombre a los niños con el primer animal que atraviese un circulo dibujado alrededor de la casa, y el animal que atraviesa en ese caso es la bicicleta del doctor.

No pude evitar reirme con el Llantas a mi!!

Ali Heredia said...

lo que dice xoconostle.... es damian bicicleta
es un cuento de rojas
del libro...............el diosero

Gabriela Clayton said...

uy, yo era muy bicicletera de más niña (porque sigo siendo una niña), pero soy muy floja, buuu... mi bici se quedó en la otra casa después de la mudanza y se echó a perder con la lluvia... estraño mi bici! si algun día vuelvo a comprar otra, creo que iré a una de esas cosas