Saturday, June 21, 2008

Long gone lonesome blues

EL DOLOR EN LA ESPALDA DE DIOSUn coctel para mitigarlo...

El viernes pasado salí un rato a saltar la cuerda, ejercicio que practico una vez a la semana desde hace muchos años. Sin embargo, en esta ocasión, un mal saltito ocasionó que la última vértebra de mi columna se moviera hacia la izquierda y atrapara un nervio contra la penúltima vértebra. En ese momento no lo sentí, pero a los dos días estaba en el hospital inmovilizado con un dolor que no me permitía estar parado, sentado, acostado o en cuatro patas. Es entonces cuando piensas en las desventajas de vivir solo y tener que arrastrarte hasta el teléfono para llamar de emergencia. Entre pagar una ambulancia y mis jefes, confié en mis jefes. No tenía otra opción, puesto que los del seguro médico me salieron con que no trabajan en domingo y me podían recibir hasta el día siguiente a las 4 de la tarde. Al llegar a la clínica, el ortopedista me revisó y en seguida me aplicó una inyección para el dolor. Benditas sean las medicinas (no los laboratorios ni los sistemas de salud). Lo malo del dolor intenso es que te paraliza, te bloquea el pensamiento y te borra la vista. Esta es la cuarta vez que me ocurre algo así desde que me caí de una bicicleta hace ocho años en un salto imprudente. Pero el dolor nunca había alcanzado este nivel y es la primera ocasión que toco un hospital (ahora que lo pienso, he tenido mucha suerte al respecto). El dolor te enfrenta con la realidad, te hace ver lo frágil que eres y lo inútil que resultas bajo sus efectos. Al salir me mandaron unos estudios de resonancia magnética, me recetaron dos inyecciones al día, tres chochos cada doce horas y una faja especial con unas varillas. He deseado quedarme en cama toda la semana, pero ha sido imposible: freelance, entrevistas, ventas por pedido del libro y la presentación de Donceles66 (que salió bien). Tengo las nalgas llenas de piquetes y las pastillas me están provocando una úlcera espantosa. Encima, una semana sin hacer ejercicio me tiene sumido en un síndrome de abstinencia de endorfinas. Por ello, estas noches he tenido muy presente a Hank Williams (y a los pain killers), su música ha sonado mientras escribo y me ha dado una buena lección. Williams padecía un dolor de espalda inaudito por la fractura de dos vértebras y así tenía que salir de gira y viajar sin llorar (toquines, coches y aviones entre morfina y whisky). Pero su interior era abismalmente más doloroso. Y eso se escucha en Long gone lonesome blues, la canción de Williams que realmente me atrapó una noche de soledad en un hotel de Orlando. Long gone lonesome blues, nunca había escuchado a nadie cantar así. Suena al dolor de espalda de dios.
Y esto fue lo que más me dolió, las cuentas...

*El martes 24 estaremos presentando el libro con el Fer Rivera Calderón en la Noche W. 10 PM en el 96.9 FM o en el 900 AM.

20 comments:

.Angietepetl. said...

Me he deleitado con la redacción de la espalda de Dios, sintiendo tus tonos grises, tan tuyos.

Te imagine en Orlando. Tal vez con un nudo en la garganta o un hueco en el estómago, quizá unos ojos muy húmedos escondiendo su intención llorosa. El dolor hecho canción, cuántas formas no toma el dolor!.

No hace mucho me toco el dolor severo en la espalda por la parte del sacro, las lagrimas y jetas, con los mismos síntomas que describes (de ninguna posición posible de tomar), pero nada ha sido tan cercano al delirio como la semana que padecí dengue. El alucín era la pura "realidad".

Mis deseos sinceros porque se alivia pronto esa columna. Tengo que ir a darte unos ejercicios de yoga..

Noemí Mejorada said...

Ay no puede ser!!!!!! que mal que mal.. Espero que pronto te recuperes, que ya no te duela nada de nada...

Cuidate mucho si? y ya no brinques la cuerda...

:(

te dejo un abrazote!

Pete...! said...

Tienes razón, el dolor te enfrenta con la realidad y tal acongojamiento suele desahogarse en reflexiones y ponderaciones sobre nuestras inevitables fragilidades.

Ojalá te repongas a la brevedad, saludos.

monicalvarez said...

Hola Rogelio:
espero que tu salud y tu bolsillo
mejoren y puedas seguir adelante con la promoción de tu libro.Dicen que el dolor agudiza la conciencia.
Yo tengo muy poca tolerancia hacia el dolor físico y al respecto tengo varias operaciones en el cuerpo.La peor,una artroscopia de hombro.Estuve 2 semanas durmiendo en una silla mecedora.No podía hacerlo en una cama.Afortunadamente ahora solo es un mal recuerdo.
Suerte amigo, ya pasará.

Metrópolis said...

Ouch!...No es lo mismo los 3 mosqueteros que 20 años despues maestro, cuidese y no le queda nada mas que soltar el $ para aliviar su dolor físico y ponerle PLAY a su reproductor para aliviar el dolor moral.

Saludos!...Estaremos pendientes del programa.

elgüesos said...

Puta madre. Por fortuna tuviste rock & roll a la mano; escuchar alivia más que cualquier píldora. Un saludo desde acá Rogelio. Salud.

Javier Angulo said...

Yo nunca he ido a dar a un hospital, mas creo que ya no estoy tan lejos de ello, pues paso la mayor parte del día en el trabajo sentado en una silla menos ergonómica que un potro (el instrumento de tortura medieval ése, no el animal). Por cierto, ¿ya escuchaste a Hank Williams III? un buen cow-punk.
A propósito del método que me dijiste para que se te graben las imágenes, suena interesante y procuraré ponerlo en práctica a ver si es cierto, aunque yo ahorita preferiría uno de esos aparatitos que usaban los Men In Black que causaban el efecto contrario.

Alán Sánchez (Pepe San) said...

Sr Rogelio Garza vì su comentario en mi blog sobre la foto de los Ramones, claro que dejo que la use asì como unas cuantas mas que pienso pasar a los blogs. Nada màs estese al pendiente. Gracias.

Antonio Dieff said...

Ñehem... que hay de nuevo doc?

Malditas sean las cuentas, nunca salen las jodidas!

Tu tranquilo Roge, si no la sobrellevas como el buen Williams (haz escuchado los duetos que se echó con los Melvins? tsss...), puedes hacerle como Kurt Cobain.

Mejorate cuando llegue le momento, pero ojalá sea pronto. Saludos.

Arturo Pérez Morán said...

Pues que le puedo decir?...es mas facil compadecer el dolor ajeno que hacer algo por aliviarlo y eso es muy frustrante. Mi mejores deseos mi estimado Master y ojala salga bien librado de este mal rato. Entre hoy y mañana (no a media noche) haré el pedido de su libro. Un cordial abrazo y mucha fuerza.

Rogelio Garza said...

Hank Williams III?

soy su fan.

una chava me perdió su primer disco y hasta la fecha no lo ha repuesto...
pero conservo el Lovesick, Broke & Driftin, una joya del country...
no lo he escuchado con los Melvins, pero sí con la Rollins Band tocando al Black Flag.

eso es rock y no las mamadas que nos quieren vender hoy...

Karina said...

Omitiste tu actual estado de cyborg... Bueno, eso imaginé al tocar tu faja... Que eres como Robocop o los Transformers...

Cuidate mucho.

Bexxxo con Artridol.

Checo Ramírez said...

je púes te comento lo mismo; asi suecede cuando pasa, y pues luego si esta rudo lo de la soledad en casos como estos..donde de verdad nos damos cuenta que aveces si se necesita a alguien...pero pues ya estara mejor...y que bueno que sigue con lo del libro que le ha estado dando muuuchooo...suerte

Karina said...

Ese hitter azul te lo recetó el doctor????

Antonio Dieff said...

El mismo que viste y calza... es en un disco de duetos (no recuerdo el nombre), tambien se echan una rolita con Mike Patton (...con eso de que toca con el guitarro de los Melvins en Fantomas) y hasta con Tool. Bueno ya, adios jaja (maldita musica).

Sonic Reducer said...

Hank Williams es un remedio y un aviso... mientras no llegues a Vic Chessnut. Cuida esa espalda y para evitar futuras lecciones, mejor adquiere un brincolín de esos individuales (miden 90 centímetros de diámetro) donde puedes saltar sin que las vértebras, piernas y pies resientan el impacto.
Saludos.

Jj said...

A mi me cura Marley. Te vivo porque a mi madre le pasó lo mismo la semana pasada.

Gabriela Clayton said...

Primero que nada espero que la recuperación sea pronta y que no te deje secuelas. Luego... puff! el dolor físico a veces uno lo busca... esto va a sonar muy emo, pero es mejor el dolor físico que el otro tipo de dolor... somos frágiles en todos los sentidos, me chica ser un humano, jajaja

Juan Carlos Gutiérrez Mercado said...

Saludos, Master Roger!

Mal plan lo de su sistema de andamiaje, pero la estructura es fuerte y lo bueno es que ahi sigue el edificio completo, jejeje.

Ese Williams, alguna vez tuve un disquito de él (todo bajado de internet, por supuesto) mismo que se perdió y el cual no recordaba hasta el día de hoy.

En fin, será hora de retomar al buen Hank, al fin y al cabo el día en Guadalajara se me antoja para andar un poquito bluesero.

Cuidaos esa espalda, y ánimo con el libro.

Jc

Ing. Raúl G. Estrada Genesta said...

No he escuchado a ningún Hank Williams, ni al primero ni al tercero... A ver que tranza carranza.

Ahh, ví el hitter y en mi abstemia se me antojó un tanquecito alivianador...

saludos abstemios.