Sunday, September 6, 2009

Huevos al gusto, yo invito

Para empezar el día no hay como el ejercicio y un desayuno con huevos: revueltos, estrellados, divorciados, a la mexicana, la ranchera, la veracruzana, la poblana, los clásicos huevos al albañil y con ejote. O la receta que se ha empezado a servir en todo el país desde que supimos que habrá más impuestos: los huevos al recaudador, se sirven sin grasa, sin yemas, sin salsa ni sal.

Doctor Agustín Carstens, reciba usted un saludo. Quien esto escribe es uno de tantos mexicanos empobrecidos que alguna vez tuvo un sueño. Por desgracia, el mío se pulverizó con las medidas emitidas desde la Secretaría de Hacienda que tan cómoda y amablemente dirige.

Le cuento, para que vea lo que es ser mexicano: de niño padecí la obesidad, me hizo blanco de las burlas en la escuela y víctima de los más crueles médicos y sus dietas. ¿Pero sabe usted qué fue lo que me salvó a los trece años? La bicicleta, Doctor. A los treinta y nueve sigo pedaleando, mantengo el peso en sesenta kilos y me siento físicamente como Tarzán. Puedo decir que conozco los beneficios del pedal y la urgencia de una cultura de la bicicleta en esta tierra de gordos, donde el sobrepeso infantil aumentó 40 por ciento en siete años.Dónde botarán los niños?

Por esta razón, y porque le estoy agradecido a la bici, hice un libro sobre su historia contada a través de personajes famosos. Pasé cuatro años escribiéndolo, a los compañeros de esta sección les consta porque sufrieron las colaboraciones que les enviaba como partes de una cleta. Llegado el momento junté los textos y armé un equilibro, puro ciclismo mágico, Doctor. No le haré el cuento largo, después de ir a diez editoriales supe que tendría que publicarlo por mi cuenta.

Fíjese en las cosas que hace uno por la patria. De pronto me vi en medio de un océano de trámites para registrarme como editor, registrar la obra en derechos de autor, solicitar el I.S.B.N. y darme de alta en Hacienda como Persona Física con Actividad Empresarial. Qué le digo sobre lo complicado y lento de los trámites que usted conoce muy bien, tuve que contratar abogada y contadora para que me sacaran a flote con el desmadre del papeleo y la tramitología.En seguida vino la producción del libro, un ejemplar de mesa en pasta dura, ilustrado y diseñado con amor a todo color. Tenía el ahorro para dar el enganche de un departamento que parecía caja zapatos, ¿y qué cree que hice? Así es, tomé el dinero para imprimir, presentar, mover y distribuir el bookie. Era todo o nada, Doctor, usted sabe que a veces uno se la tiene que jugar. Lo siguiente fue renunciar a mi trabajo en publicidad, el libro me exigía dedicarle tiempo completo.

En abril de 2008 tuve mi sueño entre las manos, Doctor, como un padre con su hijo recién nacido. Logré distribuir el primer tiraje por medio de una empresa especializada, entonces tuve mis primeras lecciones sobre el mercado del libro, la primera es que entre el punto de venta y el distribuidor se quedan el 60 por ciento. Por supuesto que uno ignora estas cosas al entrar a un territorio desconocido y dominado por seres colmilludos.Viajé por algunos estados del país presentándolo, todo por mi cuenta, no vaya a creer que me pagaron viáticos como a los legisladores que se gastan mil millones de pesos en tres años. Sin embargo, tuve suerte, Doctor, y me vi en la necesidad de reimprimir a fin de año porque el libro tuvo demanda en el mundo de la bicicleta. Este segundo tiraje no lo di en distribución, busqué otras opciones y medios, ferias del libro, eventos y tiendas de bicis, ventas corporativas en diciembre. Y lo mejor es que no tuve que pagar el 60 por ciento al distribuidor. Imagine la emoción, por un momento pude acariciar la posibilidad de vivir haciendo libros. No me quedó ni uno, Doc, porque los maltratados los llevé a bibliotecas públicas.

Y aquí es donde los sueños se hacen polvo por cuenta de Hacienda. Mire usted, justo cuando hacía planes para reeditar el libro y realizar otro proyecto editorial, recibí el aviso de la contadora que debía pagar unas cantidades absurdas de impuestos, sobre todo por las ventas navideñas. Una mañana me llamó por teléfono un recaudador de Hacienda para indicarme que me pusiera al corriente, cuando soy de los que declaran puntualmente para evitar problemas. Lo que me sorprendió, Doctor, como en aquella canción de Creedence Clearwater Revival, “Fortunate Son”, es que me confundieran con un empresario que factura millones y evade al fisco, pues en realidad ni siquiera salgo tablas con esto.A punto de poncharnos a todos.

Ha de saber que me vi en la necesidad de buscar trabajo de nuevo, justo cuando usted anunciaba la famosa pulmonía, y con suerte logré conseguirlo. Al saber que tenía que pagar más de 10 mil pesos de impuestos tan sólo en un mes supe que no la iba a librar: 15 por ciento de I.V.A., 28 por ciento de I.S.R. y 17 por ciento de I.E.T.U. Resulta que pago el 60 por ciento de impuestos por hacer y vender el libro, exactamente el mismo porcentaje que yo creí haber salvado de las garras del distribuidor y el punto de venta. Entonces cobré conciencia de lo nocivas que resultan para cualquier negocio sus medidas fiscales, voraces pero a todas luces ineficaces.

Ni todos los documentos deducibles me libraron de pagar un dineral, Doctor, y eso que a los libros no se les carga el I.V.A. Adiós utilidades, se las quedó Hacienda. ¿Qué empresa puede sobrevivir con esta carga de impuestos? En mi caso sólo soy el autor que edita, publica, promueve, distribuye, carga y vende su libro… ¿Usted cree que uno se siente motivado al verlo en la televisión, sabiendo que se desayuna mi trabajo de meses y años en un ratito?El Gordo y el Flaco.

¿Y qué hace usted aparte de darnos puras malas noticias? ¿Es cierto que tiene un presupuesto para viáticos que ronda los tres mil pesos diarios? Supongo que desayuna huevos de oro, con esa cantidad hago el súper más de seis semanas. Por eso cada vez que lo veo en los medios me pregunto, ¿cómo contribuyen usted y toda la clase política para salir de esta situación, además de pedirnos al resto de los mexicanos más sacrificios y cooperación? ¿Acaso han recortado sus excesivos gastos en las secretarías de estado, los gobiernos estatales, municipales y delegacionales, las cámaras, las oficinas gubernamentales y los partidos? ¿Cuánto nos cuestan a los mexicanos?

No sé que esperar de usted y sus declaraciones, cuando anunció el famoso catarrito terminó en pulmonía, no quiero pensar en lo que sigue ahora que amenazó con el shock. Ya estuvo bueno de justificarse con la crisis mundial, ¿no?, buen pretexto encontraron para su incapacidad. Al menos si uno pudiera ver que los impuestos, solía decirse, están trabajando. Pero no. Acá al norte de la ciudad, donde tiene su humildísimo micrositio, se apuran para terminar el segundo piso del periférico entre el Toreo y Lomas Verdes. ¿Pero qué cree? Pues sí, va ser de cuota, cuando en el D.F. es libre. En fin, desayune usted tranquilo sus huevos al gusto, que millones de mexicanos trabajamos para eso.

Publicado en Milenio Diario.

9 comments:

Metrópolis said...

Y el 2010 será año austero, para obras y demás cuestiones que genera papá gobierno y que me afecta o temo me afectará el próximo año...adiós a las esperanzas de campache del jelipillo de abortar el pago de tenencia (a ver si no lo suben) y ve tu a saber cuantos nuevos impuestos mas generará esos cachetes con ojos, en fin, que ni soñemos los mexicanos con las reducciones de sueldos de esos engendros del mal, llameseles como se les llamen PRIPANPRDPTCONVBLABLABLA, el chiste es que a todos, a ti por tu cuenta, a mi con mi sociedad, al vecino con la tiendita, a cualquiera, el 2010 no pinta nada bien, y eso que del 2009 aun le faltan 3 crudos meses mas...que el diosito bimbo del globo se apiade de nosotros.

Saludos maestrazo! Tiempo sin rayarle la libreta.

Jj said...

Es la primera vez en un año que me faltan docientos pesos para la renta. Casi siempre me faltaban 180. Ya ves, a las acabaladas eternamente. Ah, y no he cenado. Chalez.

Antonio Martínez said...

Hola Rogelio:

Leí tu artículo en el Milenio.
No sé cómo estos señores están empeñados en volver a los tiempos de la Colonia: No hay nada qué festejar.

Joni said...

Es IETU O ISR, el que salga más alto... pero independiente la situación fiscal del país esta de la chingada!

Y el pedo es que nadie tiene los huevos de arreglar los problemas:

1) las gdes empresas no pagan por que tienen despachos enormes que que les ganan los pleitos a hacienda. Intereses muy cabrones qeu le da miedo al gobierno.

2) Cobrales a los informales, que esta cabron, si lo intentas vas a ver que desmadre social. Resultado el mismo, miedo del gobierno.

3) Iva a alimentos y medicinas, mismo resultado.

4) reducir gasto burocratico ¿como? dirán los burocratas.

En resumen estamos jodidos, quien nos podrá salvar?

Unknown said...

Esta bien claro este artículo. Ahora si que les daría dolor de huevos a los políticos.
La cruda realidad sabe tan fea como los huevos crudos mi querido paisano. Y sí, crisis existe y está sucediendo alrededor del planeta. Yo no veo mucho las noticias pero de visitar 3 países diferentes en un año pude apreciar otras realidades y aunque las otras dos pinten mejor que la nuestra también se estan estriñedo...

Checo Ramírez said...

si se esta poniendo demasiado rudo el panorama para mexico y los mexicanos. todo lo ocultan bajo "la crisis" como dices.. y uno de los grandes problemas son que la riqueza esta solamente en el gobierno y anexos con todo el cinismo posible.

Paul Medrano said...

Excelso, mi querido Rogelio. Saludo y abrazo desde acá, antes de que este puto gobierno de mierda nos chupe los huesos.

tirador23 said...

muy buen comentario, sabe yo tambien soy adicto a la bici,desde niño aprendi que era de los mejores meturadios de transporte, lastima que aqui en mexico no exista cultura para eso, y de lo de el sr cartens tiene razon,con lo que el se traga en una sentada comeria bien una famila mexicana una semana o mmas
con la dieta que lleva la familia promedio mexicana,y delos impuestos ni hablar yo no dudaria ni tantito en pagar hasta la mitad de lo que gano , que esmuy poco claro,jajaja, para lo que serian impuestos de primer mundo, pero que todos nuestros servicios ,calles, carrteras, fueran tambien de primer mundo , pero no es asi, las carrteras mexicanas son delas mas caras de el mundo, y son las mas jodidas, apenas la hacen y ya no sirven, y despues ni quien reclame todos se hechan la pelotita y .... que se joda el jodido a batallar

tirador23 said...

me gustaria leer su libro donde lo encuentro,agost2830@hotmail.com le dejo mi correo