Tuesday, December 19, 2006

La Humber Sprite de Syd Barret


El Syd, por Franz De Paula

Las bicicletas y sus dueños

La Humber de Syd Barret


En el Top Ten del Cancionero Bicicletero se encuentra Bike, pieza escrita por Syd Barret para el primer disco de Pink Floyd, The Piper at The Gates of Down. Hace 40 años, en octubre de 1966, el cuarteto de astronautas musicales debutó en Londres con su blues experimental de elevada complejidad lisérgica. Desde entonces fue uno de los grupos más innovadores y alucinantes del rock.
Rockeros y músicos de otras dimensiones y latitudes le han dedicado canciones a sus bicicletas: Tom Waits, Queen, Nazareth, Pixies, The Sugar Cubes, The Vaselines, Shonen Knife, Eek a Mouse, Mitch Miller, John Fahey, Damien Jurado… Pero la Bicicleta de Barret es la más bizarra y surrealista de todas.
Yo tengo una bicicleta
Tú puedes correrla si quieres
Tiene una canasta
Una campanilla que suena
Y cosas que la hacen ver bien
Yo te la daría si pudiera
pero la robé
Tú eres el tipo de chica que se ajusta a mi mundo
Yo te daré cualquier cosa
Todo si quieres cosas
1966. En un flashback podemos verlo a los 21 años, pedaleando su Humber modelo Sprite por las calles de Londres, el pelo suelto y la cabeza llena de ácido. Es la bicicleta que está de moda entre la juventud, por supuesto que es unisex y desde el nombre parece diseñada para la diversión. Barret se dirige a un ensayo del grupo que él bautizó como Pink Floyd Sound, su velocidad es interestelar y piensa en una canción atípica, imagina cada nota y cada instrumento que se deforman en el laberinto de sus pensamientos: el piano, la batería, los teclados, el bajo, la guitarra eléctrica y su voz. En plena iluminación de la mente puede escuchar un circo espacial en su interior y de pronto ahí está, clara y prístina, una canción que brilla como diamante. Al poco rato llega al sótano donde lo esperan sus compañeros, Roger Waters, Richrad Wright y Nick Mason. Irrumpe en el cuarto de ensayo y les dice lleno de luz: Tengo una canción de colores, se llama Bicicleta.
Yo tengo una capa
Es un poco en broma
Tiene una rotura en el frente
Es roja y negra
La he tenido por meses
Si tú crees que podría lucir bien
Entonces yo creo que debería
Y esa Humber no era cualquier bicicleta. Su historia se remonta a 1869, un siglo antes, cuando el herrero Thomas Humber estableció su compañía en Beeston, Nottinghamshire, donde fabricaba y vendía bicicletas para la aristocracia británica. La competencia era dura, en aquel entonces ya rodaban marcas como Starley, Rudge, Phantom Wheel y Rover, por lo que la innovacón estaba a la orden del día. Humber adquirió reputación en 1884 por su modelo de safety bicycle (patentada ya por James Starley) con la novedad de tener la rueda delantera más pequeña, todo lo contrario a las high wheelers de la época y madre de todas las choppers, incluyendo nuestra Vagabundo. Además, Humber fue el primero en ponerle pegs o “diablos” a la rueda trasera de la bicicleta, diseñados para que el ciclista pudiera encarrerarse y utilizarlos como escalón al subir en el asiento. Con el tiempo Humber Cycles se diversificó y arrancó en el nuevo siglo con sus automóviles Humberette, cuadriciclos con motores de cinco caballos de fuerza. En 1932, la gran compañía Raleigh adquirió a la Humber, que para entonces ya fabricaba carros compactos, vehículos de guerra, grandes convertibles y limosinas.
Yo conozco a un ratón
Y él no tiene casa
No sé por qué
Yo lo llamo Gerald
Se está poniendo algo viejo
Pero es un buen ratón
¿Cuántas canciones habrá imaginado Barret mientras rodaba en su Humber Sprite? Por desgracia perdió el control de la nave interna, se le revirtieron los superpoderes del LSD por la esquizofrenia que padecía y el consumo de la dietilamida profundizó su abismo interior, una especie de hoyo negro en el cosmos. En el verano del 68, luego del segundo disco de Pink Floyd, A Saucerful of Secrets, fue sustituido por el estupendo David Gilmour en la guitarra y Roger Waters se apoderó del mando absoluto del grupo durante la siguiente década, su mandato terminó en 1983 con The Final Cut. Por su parte, Barret grabó dos discos de colección antes de retirarse por completo de la vida pública: The Madcap Laugh y Barret. El resto de sus días fueron un misterio tras los muros de la pequeña casa de su madre en Cambridge. De vez en cuando se sabía algo acerca de su vida, corrían rumores de todo tipo y noticias inciertas. Volvió a pintar como en sus años de estudiante en la Camberwell School of Art, se le veía salir a la tienda y pasear en bicicleta por las calles de su vecindario.
Yo tengo un clan de hombres de pan de gengibre
Aquí un hombre
Allá un hombre
Muchos hombres de pan de gengibre
Toma un par si lo deseas
Están en el plato
En noviembre de 2001, el Daily News publicó una fotografía de Barret con una breve nota. El brillante maestro del blues cósmico fue captado por la cámara fotográfica mientras pedaleaba una bicicleta igual a la que describe en su canción de 1967: con una canastilla al frente y una campana de las que hacen ring. Estaba un poco gordo y no tenía pelo, usaba un abrigo negro y guantes de lana, miraba con suma atención hacia el frente, pero al observar la imagen da la impresión de que podía ver algo invisible para los demás. La bicicleta era azul, parece que iba montado en un blues, el desequilibrio en equilibrio. La bici es el vehículo perfecto para la locura y ésa era una Gentelmen Sport, con su poste tipo goose neck, salpicaderas y una canastilla adicional trasera.
Yo conozco un salón de canciones
Algunas riman
Otras chillan
La mayoría son relojes
Vamos a otro salón y hagamos que funcionen
¿Qué sería del rock sin Pink Floyd? ¿Qué hubiera sido del grupo sin Barret y su semilla sicodélica? ¿Y de nosotros sin The Dark Side of the Moon? El autor de Julia Dream no tocó en esa obra, considerada la cumbre musical del grupo, como tampoco lo hizo en otros grandes discos; Ummagumma, Atom Heart Mother, Animals, Wish You Were Here y The Wall, pero fue una corriente de inspiración en las mentes de sus autores. Roger Keith nació en 1946, debutó en 1966 y murio por diabetes en 2006. ¿Qué hubiera sido de Syd Barret sin su bicicleta?

1 comment:

EL GUARDIÁN said...

Una bicicleta de diamante...