Monday, May 9, 2011

El rock ninihilista

El sonido de la crisis


“No hay futuro, no hay futuro
No hay futuro para mí”.
The Sex Pistols


Los ninis son una tragedia en nuestra pesadilla nacional, jóvenes que ni estudian ni trabajan, como los punks de los años 70, pero sin la conciencia de clase y sin la actitud para expresar su malestar.

Aquélla fue una década de crisis en todos los aspectos, marcada por el desempleo, la falta de oportunidades y el aburrimiento de la juventud en los países avanzados. El caldo de cultivo para que brotara cual virus el punk, un movimiento juvenil que influyó en la sociedad y en el arte con ideas anarquistas y situacionistas, filtradas por el pensamiento DIY (Do it yourself), que renovaron la música, la pintura, la literatura, el periodismo, el diseño gráfico y la moda.
El punk rock lo encabezaron grupos carentes de conocimientos y recursos, equipados con actitud y muchos huevos: The Ramones en los Estados Unidos, minimalistas cuya consigna era el desmadre (el sonido del suburbio gringo), y The Sex Pistols en el Reino Unido (el de la clase obrera que dio mejores grupos), apadrinados por el músico y empresario Malcolm McLaren, el dueño de la tienda de ropa Sex, quien los vestía con sus diseños y fungía como el cerebro detrás del grupo (el maridaje del rock y la política que había probado con The New York Dolls).

ENTRE EMOS Y HIPSTERS, TODOS SOMOS NINIS
Así las cosas, con un poco de suerte México podría ser el próximo epicentro rockero mundial. Esperamos el brote de nini rock de un momento a otro, la explosión del ruido desencantado y antitodo que le pondrá una buena zarandeada a la juventud y a las instituciones. Un rock visceral, tocado con instrumentos robados. Ojala que los ninis, sin importar a qué tribu urbana pertenezcan, apliquen el ocio creativo e irrumpan con su ruido en la escena, así podrán quitarse el aburrimiento y mentar madres a los cuatro vientos.
Y que se les ocurra pronto, antes de que algún aguzado productor como Luis de Llano tenga la iniciativa y siga los pasos de McLaren para prefabricar un grupo que ni Sex ni Pistols para darle voz y significado a los ninis: N Generation. Si eso llegara a suceder, no sería extraño un disco tipo Nevermain las bolas, con canciones como “Dios salve a la maestra”, “Vacaciones en el sol azteca”, “Chido desempleo”, “Diecisiete en el Súper 7”, “Sin sentimientos”, “Anarquía en la UNAM”, “Neza York”, “Cuerpos en fosa” y “Mai güey”. Sin duda sería censurado como artimaña publicitaria y el CD retirado de las tiendas por su portada con el rostro de la maestra Gordillo intervenido de modo artístico, no quirúrgico.
Aunque algunos maloras dicen que el nini rock ya existe porque los grupos que hay ni tocan ni proponen, imaginemos el efecto que una corriente musical así podría tener y, sobre todo, las millonarias utilidades que generaría porque los ninis son un mercado en expansión. ¿Acaso existe una mejor manera de ocuparse, autoemplearse y desahogarse? Además sería una catarsis y terapia de grupo. Tampoco se descarta la posibilidad de hacerla en el mundo del choubis y algún día recibir lo que Caiflanes por su retorno desafinado y descuadrado: un milloncito cada uno, según revelaron las Malas Lenguas. Ni rock ni rol, pero qué tal cobraron…

* Publicado en Milenio Diario 4146.

2 comments:

Karina said...

Ah... Qué buen texto. Puro rock and roll.

Rogelio Garza said...

puro rock, así es.